La revolución industrial, ciudades industriales y condiciones laborales y de la vida de la clase trabajadora

La Revolución Industrial es una época de la historia que abarca desde los años 1750 hasta el 1840, donde ocurrieron grandes cambios sociales y económicos en toda Europa y después de expandieron al mundo entero.

La Revolución Industrial inicio en los años 1750 en Inglaterra y básicamente se trató de la transformación de la economía y formas de producción, de una basada en la agricultura y la mano de obra artesanal, a otra economía basada en la producción a través de máquinas y sistemas mucho más productivos.

CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

          1.-Las guerras Napoleónicas (1804-1815) provocaron una presión para que los países de forma individual, buscaran incrementar sus productos y su productividad.

          2.-La Reforma protestante de Martin Lutero y Juan Calvino en Inglaterra, modifico la idea de que el trabajo era un castigo de dios como lo consideraba la iglesia católica, según esta Reforma, el trabajo y el esfuerzo eran un valor fundamental del ser humano.

          3.-La Ilustración trajo consigo gran cantidad de avances en la ciencia y en la tecnología, además de difundir la idea de la libertad de comercio entre las naciones.

REPERCUSIONES DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

          1.-Expasion del comercio entre naciones

          2.-Creacion de nuevas actividades económicas, como la industria textil.

          3.-Rapido crecimiento de la población en general y en particular de la población urbana.

          4.-Creación de nuevas clases sociales debido a las nuevas actividades económicas, como la clase obrera urbana por una parte y la clase burguesa, dueña de los medios de producción por el otro lado.

          5.-Invencion de nuevos medios de transporte como el ferrocarril y los barcos a vapor.

          6.-Debido a las tensiones entre las diferentes clases sociales de esta época, surgieron corrientes ideológicas como el sindicalismo, el socialismo, el comunismo y el anarquismo.

          7.-Incremento y acumulación del capital y de los medios de producción.

CONDICIONES LABORALES Y DE LA VIDA DE LA CLASE TRABAJADORA

Mientras que las clases dominantes se enriquecieron, los sectores más desfavorecidos de la población se proletarizaron. Con el despojo de tierras por los cercamientos muchas familias cayeron en la pobreza; en 1536, Enrique VIII obligó a las Parroquias a socorrer a los pobres; en 1572, Isabel I creó un impuesto para los propietarios para dar asistencia; en 1601 se forma la ley de pobres como un instrumento de trabajo obligatorio y regulado localmente con fuertes correctores que castigaban la holgazanería. En 1622 se restringió la asistencia de los pobres propios de la Parroquia, con esto se pretendió aprovechar la fuerza de trabajo en la Parroquia de origen, restringir las fugas y fijar la residencia en un periodo donde no se exigía aún la movilidad de mano de obra que la revolución industrial requiere. En 1723 las «casas de pobres» se hicieron obligatorias y se negó asistencia al pobre que no entrase en ellas.

Cuando la Revolución Industrial empezaba a manifestarse se autorizó el prestar asistencia sin reclusión; aunque en ese mismo año las casas de pobres se convirtieron en centros de reclusión de los más pobres: por ejemplo, los niños huérfanos, quienes se convertirán en mano de obra infantil.

Iniciada la Revolución Industrial se demanda la movilización de la mano de obra, con ello se cuestiona la ley de 1622; no obstante, la movilidad tardaría unas décadas. En 1795, con el sistema de asistencia se estableció una tabla de subsidios mínimos: cuando el salario de una familia no cubriese el mínimo de la subsistencia, correspondía a la beneficencia aportar el resto. También se fijó el mínimo de subsistencia a partir de una cantidad del pan que daba el valor del subsidio; el precio del pan marcó el subsidio para cada trabajador y cada miembro de su familia, con esto los empresarios buscaron reducir al máximo los salarios, puesto que la diferencia la pagarían los contribuyentes. No obstante, el incremento que se dio a los impuestos no equivalió al incremento de los subsidios.

Mientras la industrialización fue incipiente se impidió la migración de los trabajadores a los distritos industriales; cuando la industria se consolidaba requería de más mano de obra, la migración rebasó la demanda; entonces los subsidios se limitaron a viejos e incapacitados; mientras a las familias pobres se les hacía trabajar en condiciones peores a las de los obreros.

Previamente a la producción fabril, los medios de producción (taller, herramientas, dinero, etc.) son propiedad del productor o maestro artesano, quien emplea su trabajo, el de su familia y, de requerirse, el de un oficial y aprendiz. Ser maestro implica privilegios: derecho a ejercer el oficio y vender sus productos. Maestro, oficial y aprendices conforman el taller artesanal. Los talleres del mismo oficio constituían gremios, que regulaban jornada de trabajo, calidad y precios de las mercancías, salarios de oficiales y gratificaciones de aprendices, las condiciones requeridas para ascender, etc. Los gremios protegen a sus integrantes, evitan la libre competencia entre ellos, se vigila, persigue y sanciona a los que ejercen libremente. No hay libertad de industria. Todo esto conforma la autorregulada corporación artesanal.

Hasta el siglo XV y XVI la producción artesanal fue la única forma de obtener mercancías manufacturadas; sin embargo, para su transformación en un sistema fabril se requirieron ciertas condiciones. Los cercamientos despojan y proletarizan a la población campesina, lo cual hace posible la existencia de mano de obra libre, que permite el surgimiento de la industria a domicilio como un sistema de producción manufacturera por medio del cual un comerciante o empresario distribuye materia prima que es manufacturada en distintos domicilios a cambio de un pago. El crecimiento de la población contribuyó a este sistema, en tanto que el incremento de integrantes de la familia posibilita un mayor ingreso.

Estos comerciantes empresarios afectaron a los gremios y su forma de funcionamiento: actuaron al margen de los controles de las ordenanzas de los gremios, distribuyeron la materia prima, organizaron la producción, centralizaron las mercancías y vendieron frecuentemente fuera de la región, en el mercado nacional, en otros países o en las colonias, pagaron salarios; este sistema fue muy organizado, con amplia división del trabajo y flexible.

La manufactura también funcionó a gran escala, desarrolló un comercio de amplia envergadura, además, permitió una gran acumulación de capital, lo que el taller artesanal no hizo. El proceso de proletarización del artesano fue imparable desde mediados del siglo XVII, con el paulatino desmantelamiento a las regulaciones gremiales. La invención de las máquinas culminó el proceso de conversión de muchos artesanos en fuerza de trabajo.

El desarrollo de la manufactura no es posible sin un incremento de la demanda, ello se explica por el crecimiento demográfico y por la capacidad adquisitiva de la población. La economía inglesa a mediados del siglo XVIII estaba monetizada, Londres contaba con 750,000 habitantes, los transportes y vías de comunicación se transformaban y las mejoras en las comunicaciones abarataron los precios de las mercancías; el crecimiento del mercado interior representaría la base de la economía industrial, al cual se unió el mercado colonial, ampliado en el último tercio del siglo XVIII, cuya expansión monopólica del comercio de esclavos y de materias primas en las Indias Occidentales le permitía distribuir, manufacturar y exportar, convirtiéndose en el taller del mundo.

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